jeudi 17 avril 2003

La Semana Santa.

Después de escribir sobre el Metrosur en Nueva Dialéctica (sin generar ampollas aunque sí indiferencia), el resumen vital de estos días es bien corto si exceptuamos el domingo.

El viernes no hubo salida nocturna porque todo el mundo estaba de vacaciones o bien tenían que hacer cosas al día siguiente y necesitaban estar plenamente despejados. Así que no salí.

El sábado no hice nada interesante, salvando el partidillo de la tarde con la pandilla de los cardíacos en Villafontana. Por la noche me quedé viendo el Barça-Depor, que fue decepcionantemente divertido (2-4).

El domingo fue diferente. Anastasia y yo fuimos al Museo Reina Sofía de Arte Moderno, en el que vimos cuadros y esculturas diversas, destacando obras de Eduardo Chillida, Antonio López y Antoni Tàpies. Pero la hora se nos echó encima y apenas tuvimos tiempo para poder admirar el Guernica de Picasso (Anastasia quería ver). Yo conocía el museo y hubo algo que no recordaba de mi última visita: la recreación del despacho de Gómez de la Serna. Simplemente, me pareció impactante.



Comimos otra vez a Elqui (el restaurante vegetariano), ya que estaba cerca y no sabíamos donde ir. Después nos fuimos de ipso facto al Real Cinema, en Ópera, para poder ver El pianista antes de que la retiren del cartel. Es una película estupenda y entiendo que la premiaran en la última gala de los Óscar y que se llevara la Palma de Oro del festival de Cannes. Personalmente creo que tiene muchas similitudes con La Lista de Schindler, aunque quizás es más explícita, explica más aspectos de la situación histórica (no sólo los que afectaron a los judíos en sí, sino también a los propios polacos) y más dura que la película de Spielberg. En cualquier caso, recomiendo las dos, puesto que ayudan a comprender la situación histórica que vivió Polonia y en especial, la minoría judía durante la ocupación alemana, uno de los países que más sufrió durante la contienda.



Después de la película nos metimos en un bar para ver el partido estrella de la jornada liguera: Real Sociedad-Real Madrid. Las ganas de verlo se me fueron quitando a medida que el Madrid iba encajando gol tras gol. El segundo tiempo no lo vimos.

Paseando tranquilamente bajo el paraguas de Anastasia, llegamos al Planet Hollywood que está en la Plaza de Cánovas del Castillo, donde tomamos algo. La verdad es que un sitio bastante soso y muy caro.

Después cenamos en un chino y la despedí bajo una lluvia de mil demonios. Volví a casa y gracias al Metrosur tardé menos tiempo y no me mojé.

En lo que llevamos de semana, no he hecho nada productivo. No he estudiado apenas, aunque sí he hecho algo de ejercicio. Casualmente, cuando hacía mis estiramientos tras haber realizado el recorrido de costumbre (a duras penas, la verdad), me encontré a otro fofo individuo: Jose (el de la facultad), que venía de intentar hacer algo de ejercicio. Hablamos un rato y me dijo que estaba haciendo suplencias (ya había acabado sus prácticas) y que estaba contento. Yo le dije que había acabado mi beca y que ahora estaba “desocupado”. Me habló de que fue a un sitio que le recomendó Loco... (el que está en París), y me lo contó como si fuese una encerrona: al parecer el sitio estaba en Huertas pero en la zona limítrofe con Chueca y que era un lugar de “ambiente”. El caso es que casi tuvo que salir de espaldas a la pared (¡¡qué exagerado!!). También me dijo que haber si quedábamos, sobre todo para ir un jueves al Palacio de Gaviria. Yo le dije que encantado, y que ya le avisaría en el caso de que quedáramos.

Hoy jueves santo, hemos hecho una comida familiar con mis hermanos y sus respectivas y después hemos estado viendo un rato un DVD que me dejó Anastasia de la serie de la BBC de “Pride and prejudice” (Orgullo y prejuicio), basada en la famosa novela de Jane Austen. Se la ha llevado para hacer un videocd, en inglés con subtítulos.
Después hemos ideo a ver los pisos en Humanes.

Y esto es en resumidas cuentas lo acontecido en mi desacelerada vida (¡gracias a Dios!).

Saludos a tod@s.

PD: me apena que Rick haya dejado su bitácora. Espero que sea temporalmente y que cuando la retome, lo haga más sobrio. Seguro que así lo hace con más sentido y propiedad.

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