La verdad es que del sábado no hay mucho que decir: no fuímos a ningún lugar especial (a mi no me apetecía mucho jaleo después del ajetreo del viaje y demás), y la única curiosidad del día fue probar la carne de avestruz, que tiene un aspecto y sabor como el de la ternera, pero tiene más agua y una textura más fina. Vale la pena probarla pero tampoco es una cosa del otro mundo.
El domingo fue diferente. Por la mañana cogimos las bicis y nos dimos una vuelta por los alrededores de Salamanca (Santa Marta de Tormes y Nuevo Naharros). La verdad es que hacía mucho tiempo que no cogía la BTT y como no llevábamos culotte, nos hicimos polvo el trasero. Después comimos de tapas en un bareto.
Nos arreglamos rápido porque queríamos ir al cine, a ver Soldados de Salamina, que empezaba a las 17:30h (a petición mía). Nos gustó mucho, es una película muy interesante y nos ha venido bien cambiar de aires cinematográficos (después de ver Bandas de Nueva York, Chicago, ...). Totalmente recomendable.
Después fuímos a Villamayor de Armuña, de donde siempre Salamanca ha obtenido esa piedra característica con la que están hecho todos sus edificios (incluso ahora), a un restaurante un poco pijo pero muy bonito (había sido antes un burdel), de los que te piden que te pongas chaqueta, pero estaba cerrado. Sólo íbamos a tomar un café y verlo.
Después volvimos a Salamanca a cenar y acabamos en un mesón donde servían tablas (dando vueltas buscando algún sitio). La verdad es que cenamos bastante bien y no muy caro. Allí vimos una escena curiosa: una pareja de homosexuales alemanes casi ancianos. Muy enternecedora.
A las 23h salía mi autocar y a las 1:45h llegué a casa, bastante cansado de toda la actividad del fin de semana, pero muy contento por todo lo que hago y disfruto.
No me enrollo más (después de la parrafada anterior, no vais a volver a leer nunca más mi página).
Pasad un buen día.
Saludos a tod@s
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