Frío fin de semana en Salamanca.

La estampa a ambos lados del túnel de Guadarrama era preciosa, con una nevada de tarjeta navideña.

Ya en Salamanca, sin casi salir de la habitación, he estado metiéndome en el cibercafé del Vialía (donde está la Estación de Trenes) y viendo una exposición de pintura realista rusa. Pero lo mejor de ayer fue la comida en el Meliá Horus: blinis de jamón ibérico con torta de El Casar, Vieiras gratinadas, Filet mignon con mermelada de cebolla, y Lomo de merluza con fondo de tinta de calamar. El menú del día sí estaba al alcance de nuestros bolsillos (pese a estar los dos en paro) y nos dimos el gustazo de ir (Anastasia ya había ido alguna vez). Siempre pensé que lo de la Nueva Cocina (de Ferrá Adrià y otros cocineros famosos) era un poco tontería, y estaba de acuerdo (en esto sólo, jejeje) con Sánchez Dragó en que con la comida no se juega. Pero ayer descubrí nuevos sabores y sobre todo, una presentación magnífica y muy sofisticada. Fue una bonita y sabrosa forma de celebrar el fin de carrera. Ahora toca hacerlo formalmente en familia, aunque el viernes ya hubo un pequeño anticipo a la plancha.


Repin. Cosacos escribiendo una respuesta al Sultán Turco. 1880-1891.


Ahora, estoy esperando a Anastasia, que está estudiando lo de su examen del sábado que viene. Hoy no sé lo que haremos, y aunque hace menos frío. No sé lo que haremos: posiblemente iremos a ver la película de "La joven de la perla", que es la que quiere ver ella, y en su defecto "Lost in translation", que es la que quiero ver yo.

Mañana o pasado iré a la facultad a preguntar lo del título a secretaría, y ya por la tarde empiezo el máster. A lo mejor mañana también me dicen algo de la entrevista del viernes y a lo mejor me convocan a otra para becario de comercio exterior, pero no sé si el horario me permitirá desempeñar el trabajo. Esta es quizá la mejor alternativa que se me presenta, pues profesionalmente está mucho más relacionado con lo que actualmente me dispongo a estudiar.

Saludos a tod@s.