Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí.

No es que tuviese mono, pero quería contar algo interesante. Durante esta semana que ya está a punto de finalizar, no he hecho nada del otro mundo:

- El martes me tragué el bochornoso espectáculo de ver al Real Madrid ganar apuradamente en el campo del Lokomotiv (literalmente, porque podría afirmarse que era más apropiado para la práctica de otros deportes muy diferentes al fútbol, como el motocross).

- El día del Padre lo celebramos en casa, en familia (con la excepción de la novia de mi hermano menor). Recibió muchos regalos y aprovechando que no pudimos celebrar el cumple de mi hermano y le dimos también los suyos.
Después de la comida, me tumbé a ver Memorias de África, que siempre me ha gustado mucho y así pasó el miércoles.

- El jueves no fui a la facultad (y por lo que me han contado, me perdí una jornada histórica en las revoluciones estundiantiles, no vista desde 1968), y todo por mi dichosa espalda, que me está dando problemas desde que me encargaron ordenar el material archivado sobre los proyectos y los manuales). Simplemente me habré hecho daño y se me pasará con un poco de reposo.

- Ayer (viernes) simplemente reposé.

- Hoy he visitado La Alberca (que deriva del término árabe, Al-Bereka). Es un pueblo muy pintoresco en la comarca de Las Batuecas (sur de Salamanca), a los pies de la Sierra de la Peña de Francia, muy cerca ya de la provincia de Cáceres. Las señoras más mayores van vestidas como Doña Rogelia (las pocas que quedan) y el atractivo del lugar son sus singulares casas y el entorno en el que está enclavado. Hemos comido en Casa Mariluz tras tener que esperar mucho rato, pero ha valido la pena, porque preparan platos con las especialidades del lugar: las castañas, las setas silvestres (Boletus Edulis principalmente), queso, cerdo ibérico (solomillos exquisitos), embutidos, ... Es un pueblo al que recomiendo ir y además tiene un albergue, lo que permite pasar unos días en un sitio encantador y en plena naturaleza por no mucho dinero.



Ahora saldré un ratito a tomar unas copitas y para casa pronto, porque estoy un poco cansado.

Pasad un buen fin de semana y olvidaos de la guerra por un rato.


Saludos a tod@s.